

UNA CASA QUE NO DUERME
En el corazón de Mérida, Casa Antana respira a todas horas. Es un restaurante, un bar, una sala de escucha, una esquina para el arte, el pan de antaño y el pan del presente. Un lugar donde los días no se dividen por horarios, sino por estados de ánimo.
Aquí desayunas como en casa, comes como en domingo y brindas como si el mañana no llegara. La música suena distinta porque no sólo suena: vibra. Nuestro sistema de audio HIFI es parte del alma de la casa. Y como todo lo vivo, se transforma.
Dentro de Casa Antana hay nombres propios, como Llano, nuestro restaurante; pero el espíritu es uno solo: hospitalario, curioso, abierto. Algunos vienen por una copa, otros por una canción, otros por una conversación que empieza con pan francés y termina a medianoche.
Casa Antana no se visita, se habita.
PROXIMAMENTE 2025